viernes, 13 de mayo de 2011

también en guadalajara hace aire



lavado de la bandera en el kiosko de la plaza principal, julio 2010

debo decir que el par de ocasiones en que he sido invitado a colaborar en la capital de jalisco han sido determinantes: en primer lugar porque he podido hacer allí reflexiones que han sido vueltas de tuerca de mi labor artística y, segundo, porque eso ha sucedido gracias a una comunidad de gente de artes escénicas de gran calidad. me ha sorprendido en ambas visitas la manera en que los tapatíos se han organizado para colaborar y charlar. seguramente, como invitado no he tenido oportunidad de hurgar en las cloacas de envidias y resentimiento que existen en cualquier comunidad. pero los teatreros con los que me ha tocado convivir no se detienen en esas dinámicas y, más bien, hacen gala de sentido de solidaridad (habría que rescatarle esta palabra al vergonzoso pasado oficial) y reflexión. así, teatreros de A la deriva, Inverso Teatro, La Nao de los Sueños, Luna Morena, Olga Gutiérrez y su Encuentro de Escena Contemporánea, así como varios artistas independientes mantienen un diálogo que ahora, con ayuda de la capacidad de conexiones y velocidad de comunicación de la red, se ha vuelto más intenso.


cuenta regresiva frente al reloj bicentenario, plaza principal, julio 2010.

en este marco es que dicha comunidad se ha unido para redactar un escrito a las autoridades correspondientes para revisar el modo de elección de asignación de recursos de la Compañía de Teatro Estatal (aquí una nota periodística y aquí la respuesta de la institución). y no sólo han firmado, sino que se han reunido a leerlo y entregarlo; lo cual ya es un acto muy valioso. y aún más, apoyados en este ímpetu, la coreógrafa/performer olga gutiérrez por una parte y el director manuel parra han escrito unas líneas en las que han podido llevar el análisis por caminos indispensables: el asunto no es coyuntural sino estructural. no se trata de esta convocatoria sino de lo que las artes escénicas de jalisco requieren y qué dinámicas institucionales están obligadas a responder a esta necesidad. las políticas culturales no tienen sentido sin el análisis de lo que está pasando efectivamente en la realidad.

lo que faltaría, en mi lejano mirar, serían justamente estas charlas sobre lo que está pasando y lo que se requiere que suceda. charlas razonadas, concisas y lo menos verticales posibles que eviten el consabido muro de los lamentos y que lleven propuestas razonadas, concretas y plurales que puedan ser consensuadas y llevadas a las instituciones locales. quién sabe.

por lo pronto, allí está el ejemplo de estos artistas escénicos. pararle cara a las instituciones, se puede. dialogar entre pares; ojalá.


fotos de mónica camacho,

sobre acciones realizadas en un taller que ofrecí bajo convocatoria de inverso teatro.

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